Combinar vinos y quesos siempre es una experiencia enriquecedora, tanto para expertos como novatos. Yo soy fan del vino, lo disfruto en mis comidas y me parece que un complemento perfecto para ellos, es el queso.
Sin embargo, es importante que sepamos combinarlos correctamente, para disfrutar de una explosión de sabores en nuestro paladar. Durante años, he ido descubriendo e investigando los vinos correctos para un perfecto maridaje.
Maridajes perfectos
Los quesos de textura blanda con presencia del sabor a leche y un poco de acidez, maridan según su acompañamiento. Por ejemplo, cuando los sirvo con azúcar en polvo, mermelada, fruta o miel; me inclino hacia los vinos frutales y dulces. En cambio, si los ofrezco con frutos secos, sal o pimienta, lo ideal es acompañarlos con un vino blanco seco.
El Mozzarella, es uno de esos quesos muy frescos y tiernos, pero a su vez con una textura firme. Yo recomiendo que sea acompañado con un vino que tenga una buena carga frutal.
Por otro lado, el queso azul, cuanto más fuerte y salado, mejor es. Por tener una pasta grasa y tierna, para mí es perfecto acompañarlo con una copa de vino muy dulce y licoroso, ya sea blanco o tinto.
Los quesos de pasta blanca y corteza lavada, como el Munster, que su piel es lavada con agua salada. Me encanta acompañarlos con una copa vino tinto un tanto boscoso. Tengo que resaltar que este tipos de quesos maridan aún mejor con Champagnes o Canva.
Otro queso de mis favoritos y bastante popular en botanas para invitados, son los quesos de pasta prensada no cocida como el Mimolette. Tienen un sabor increíble y deliciosamente suave. Con ellos siempre apuesto por tintos maduros de variedad Syrah, porque se pueden beber tanto jóvenes, como añejados.
Un tip para salir de apuros
Los vinos frutales o blancos dulces -que no sean secos-, y los vinos de postres, son los que mejor acompañan en un maridaje con quesos. Así que, si no sabes cual vino elegir, estas variedades pueden ser una gran elección.
