Cambios en la alimentación que pueden mejorar nuestra salud

Todo en la vida se trata de equilibrio y con la comida no es diferente. Para mejorar nuestra salud sólo necesitamos tomar ciertas medidas, y entre esas, una alimentación balanceada.

Aunque por alguna extraña razón cuando se empieza a comer un poco más saludable, sin querer (o por no saber), se van eliminando poco a poco nutrientes por pensarlos «malos» para nuestro cuerpo. «El pan engorda», «no puedo comer pasta», «si tiene grasa no me lo como», son algunas creencias sobre la comida que no están del todo bien. Y la verdad es que, aunque suene trillado, todo en exceso es malo.

Por eso entres las recomendaciones para llevar una vida más sana están incorporar legumbres e ingerir más vegetales e incluso reducir los carbohidratos y subir el consumo de grasas… Sí, leíste bien ¡Grasas!

Nos han dicho muchas veces que debemos comer más vegetales o que las proteína animal nos aportan beneficios. Pero muy pocas veces nos hablan de las grasas. Y es que parece que estas son un especie de monstruo que no debemos nombrar.

¿Por qué le tenemos tanto miedo a la grasa?

almendras blanqueadas compr

La razón es sencilla, las grasas se han asociado muchas veces a enfermedades crónicas, como los problemas cardiovasculares. Pero no todas son malas y no deberían ser nuestras enemigas, sino formar parte de una alimentación balanceada.

Este nutriente realmente es importante porque nos aporta gran cantidad de energía. También, gracias a ella nuestro cuerpo asimila mejor importantes vitaminas como la A, D y K.

Alguno de los alimentos que nos aportan grasa, son deliciosos, versátiles y muy saludables: como el aceite de oliva, el aguacate, el pescado o los frutos secos. Estos nos proporcionan Omega 3, 6, 7 y 9, que son ácidos grasos esenciales para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Además la grasa vegetal, por ejemplo, generalmente no contiene colesterol.

Eso sí, debemos alejarnos lo más que podamos de las grasas trans que se encuentra mayormente en productos muy procesados o fritos, que de plano no te aportan ningún nutriente.  Y estas si pueden causar numerosas enfermedades o contribuir con el crecimiento de muchas otras.

Así que no le huyas a ellas, mantenlas siempre en cuenta, pero por supuesto «las buenas». Y claro, ¡come balanceado!

Una buena opción para ingerir grasas buenas es comer almendras, por esta y otras razones son un gran snack. Descubre aquí cuáles son.