Seguramente no tienes ni la más mínima idea de qué te hablo cuando te nombro a la Chufa y por eso entraste a este post. Y si al menos has escuchado su nombre, entonces llegaste aquí porque quieres saber cómo se emplea.
La verdad es que la chufa es un alimento, aunque poco conocido, con un potencial increíble. Entre algunos de sus beneficios está, que es una gran fuente de fibra, proteína, magnesio y potacio. También es un buen sustituto vegetal de la leche de vaca, por lo que puedes usarlo en tus comidas. Incluso en tus postres, en forma de harina.
Para mí la mejor manera de ingerirlo es en una rica horchata. Que es una bebida refrescante, similar a la chicha (en Venezuela) o las bebidas de arroz en otros países. Aunque esta no es la única manera de extraer su sabor y sus grandes nutrientes.
Por eso, quiero mostrarte dos maneras increíbles de preparar la chufa para comerla y disfrutar los beneficios de este tubérculo ¡Aquí te las dejo!:
Harina de chufa
Esta es una manera muy sencilla y rica de emplearla. Pues al tener un sabor parecido a la avellana, le añadirás un toque particular a lo que prepares con ella. Además es realmente favorable para los celiacos porque no contiene gluten. También es rica en fibra, proteína, omega tres. Así que podrás estar en calma porque tiene incluso más nutrientes que una harina normal.
Lo mejor es que puede utilizarla en preparaciones como pan de chufa, galletas o cupcakes. Puedes prepararla moliendo finamente la chufa y tamizándola para quitar los exhedentes que no necesitamos. Sin embargo, en la actualidad puedes conseguir algunas marcas que ya comercializan esta harina.
Horchata
Esta bebida refrescante es muy popular en Valencia, España. Aunque tiene versiones en muchas partes del mundo, como en México. Puede tomarse solamente con un toque de dulce, o añadiéndole algunas frutas. Lo interesante es, que también es muy usada como base para algunos postres, junto con la harina de chufas.
Si quieres elaborar tu propia horchata necesitas:
- 200 gramos de chufas secas
- 2 litros de agua mineral
- 2 cucharaditas de stevia (o tu endulzante favorito)
- Canela (opcional)
Para prepararla debemos poner las chufas en un envase y remojarlas por un día, en aproximadamente 1 litro de agua.
Luego colamos, lavamos para quitar alguna basura y llevamos a la licuadora colocando otro litro de agua. Licuamos en la máxima velocidad por al menos 2 minutos. Luego colamos para quitar los sólidos restantes y endulzamos. Servimos con un poco de hielo y con canela.
También si haces este mismo proceso sin endulzarlo, podrás tener una deliciosa leche, ideal para intolerantes a la lactosa.
Si te gustaron estas formas de emplear la chufa, entonces es momento de comenzar a usarla ¿Te animas?
Hay otro alimento que es tan beneficioso como este y que también debes conocer ¡La Chía! Aquí aprenderás todo sobre ella.