Las embarazadas deben cambiar hábitos en su alimentación e incluir productos de procedencia animal.
Sin embargo, algunas de esas comidas pueden resultar peligrosas tanto para la madre como para el bebé. Por eso, averigüé por aquí y por allá y te dejo algunas sugerencias de lo que se debe evitar durante el embarazo.
Quesos mohosos
Los quesos azules, como el azul danés, el gorgonzola y el roquefor, o los quesos blancos muy fuertes que muestran moho, como el brie, el camembert o el de cabra, son menos ácidos y húmedos que los curados.
Esto, los convierte en un medio de cultivo ideal para bacterias dañinas como la listeria. Las embarazadas se hacen 20 veces más vulnerables a este peligro.
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Huevos crudos
Una embarazada no puede consumir huevos crudos ni ligeramente cocidos porque pueden estar contaminados con salmonela.
Aunque una infección con salmonela es poco probable que afecte al bebé, sí puede dejar a la mamá muy débil y deshidratada.
Carne poco cocida
La carne cruda o poco hecha es peligrosa porque puede transmitir toxoplasmosis. También se debe tener cuidado con la leche de cabra no pasteurizada, las heces de gato o el agua que no es correctamente tratada.
La carne debemos cocinarla muy bien, de manera que no sangre ni muestre zonas de color rosado.
Paté de hígado
El paté de hígado y otros alimentos que contienen este órgano son muy ricos en retinol (vitamina A) y un exceso de esto, podría dañar al bebé.
Ahora bien, el problema no existe si obtienes la vitamina A de alimentos como las zanahorias, albaricoques o calabazas.
Los patés vegetales como el hummus de garbanzos o el de lentejas son nutritivos y seguros.
Pescados azules
El atún rojo, el pez espada, el cazón, el lucio y la caballa real son especies de pescado graso que pueden contener dosis peligrosas de mercurio.
Lo más recomendable, como ya lo he dicho, son pescados blancos y pequeños como la sardina.
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Mariscos crudos
Las ostras y otras especies de mariscos que se comen crudas pueden intoxicar con bacterias y virus dañinos.
Si quieren disfrutar del sabor a mar, prueben las algas… Con una cantidad pequeña, es más que suficiente y tiene buenos nutrientes.
Cafeína
¡Qué difícil alejar el café de cualquier rutina! Pero las embarazadas deben hacerlo porque la cafeína se absorbe rápidamente y llega hasta la placenta y el feto, que no dispone de enzimas necesarias para metabolizarla.
Además en el café, la cafeína se incluye en alimentos como el té, el chocolate, refrescos y bebidas energéticas.
El café puede sustituirse por infusiones de manzanilla o hierbabuena.
Alcohol
Esto lo sabemos desde siempre… Puede afectar el desarrollo del bebé. Un no rotundo.
Alimentos procesados
Demasiadas calorías, sal, grasa y azúcares para cuando la mujer está en embarazo. Lo mejor es evitar este tipo de alimentos y reemplazarlos por hortalizas, frutos secos, semillas, legumbres y frutas.
Ya saben qué deben evitar durante esos espléndidos nueve meses…