Parece sencillo, pero en realidad esconde técnicas fundamentales. Para freír un alimento y que quede bien, crujiente y sabroso, no se trata solo de remojarlo en aceite y dejar que se haga.
Freír va más allá…
En este post, te traigo algunos consejos que te servirán de guía para que todo te quede a pedir de boca:
- Utiliza siempre que se pueda, aceite de oliva. Es el ideal para freír porque resiste mejor que otras grasas las altas temperaturas, es más estable y menos absorbente para los alimentos.
- No sumerjas los ingredientes en el aceite hasta que éste no se encuentre a la temperatura adecuada. Si no está caliente, los alimentos se empaparán hasta su centro y no quedarán crujientes. Cuando lo introducimos en el momento adecuado, se crea una capita externa que evita que la pieza se vuelva aceitosa.
- Cuando coloques los alimentos en la sartén, cuida que estén muy secos.
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- Tenemos que freír por partes. Poner todos los alimentos de una vez en la sartén, no es una buena idea.
- Algunos alimentos, como los pescados, deben ser rebozados antes de ponerlos en aceite.
- Para saber que el aceite está caliente, podemos echar una miga de pan o de masa, si se va al fondo es que todavía le falta, si flota, ya está listo.
Para tener en cuenta…
Siempre ten en mente que una buena fritura se logra cocinando el alimento en un buen aceite a una temperatura constante, más o menos elevada. Siempre dependerá de lo que estemos friendo, claro…
Lo más normal para una fritura son 180° y no debería superarse. Con esta temperatura los alimentos absorben parte de la grasa, pero sin pasarse.
Si la temperatura del aceite es demasiado baja, los alimentos se tornan más grasientos.
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Con estos tips, tus frituras mejorarán muchísimo. Luego me cuentas cómo te va…