Siempre estoy buscando ingredientes versátiles que me aporten los nutrientes necesarios para hacer una comida completa. Sobre todo aquellos que me generen un equilibrio entre lo saludable y lo sabroso. Esos requisitos los he encontrado en la coliflor.
Quizá para ti este vegetal sea algo aburrido, con poco sabor y oloroso. La verdad es que es casi un superhéroe, y no de los que tienen capa y vuelan, sino un súper alimento. Esto se debe a la cantidad de nutrientes que posee. Veamos su valor nutricional:
Cada 100 gramos de coliflor aporta:
- 27 calorías
- 6.2 gr de carbohidratos
- 0.1 gr de grasa
- 1.7 gr de proteína
Además, tienen una gran cantidad de vitaminas y minerales entre las que podemos destacar:
- Potasio
- Fósforo
- Hierro
- Calcio
- Magnesio
- Vitamina B
- Vitamina C
Lo que realmente diferencia a la coliflor de otros alimentos, es su fácil adquisición y su diversidad de preparaciones. Incluso, congenia muy bien con diferentes tendencias culinarias por ser: alta en fibra, libre de gluten, baja en calorías y hasta se puede comer cruda.
Es tanto el aporte de este ingrediente, que le ha quitado el reino a algunos otros como los arándanos, kale o la quinoa.
Lo más importante de todo es que la puedes incluir en tu dieta como sustituto de carbohidratos como el pan, arroces o granos, sin tener que perder un gramo de nutrientes de tu alimentación.
Así que si eres de los que había desterrado a este vegetal de tu vida, comienza a replanteártelo. Incluye a la coliflor en tu dieta diaria y déjate conquistar por su sabor.
En mi sección del ingrediente del mes podrás conseguir algunas de las tantas opciones para preparar este súper alimento.