La pasta y el arroz son alimentos fundamentales en la dieta de casi todo el mundo. A pesar de que son muy sencillos de preparar, a veces no quedan como queremos. En este post, te contaré mi manera de hacerlos para que estén cerca de la perfección.
Siempre escuchamos que el punto ideal para comer la pasta es al dente. No hay nada más desagradable que unos espaguetis chiclosos o no cocinados en su punto. Pero, ¿qué significa en realidad al dente?
Al español, es al diente. Quiere decir que la pasta debería ser un poco firme, presentando incluso cierta resistencia a ser mordida.
Para obtener este punto exacto, lo primero es saber la cantidad correcta de agua. Normalmente, se calcula un cuarto de galón por cada cuarto de libra de pasta. Si fallamos en la medida, puede quedar pegajosa.
Si la olla que tienes no es suficientemente grande para todo el agua, puedes agregar un chorrito de aceite, para que el almidón de la pasta se disuelva sin problemas.
Una vez calculada el agua, debemos llevarla al hervor y justo en ese momento, le añadimos la sal. Una cucharada de sal por cada cuarto de galón. Luego, lo que nos falta por hacer es agregar la pasta y tapar la olla.
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Cuando el agua comience a hervir, destapa la olla y revuelve. Este procedimiento lo debes repetir cada dos minutos.
Para saber si la pasta está lista, podemos probarla o cortar un pedazo e inspeccionar la parte de adentro. Si está más clara que la parte de afuera, todavía le falta cocción. Una vez que tenga la consistencia que deseas, escurre rápidamente el agua y sirve de inmediato.
La mejor forma de cocinar el arroz
Tiene una preparación muy sencilla, pero a veces queda pastoso o muy duro, y no es la idea, ¿cierto? Esto se debe a que cometemos algún error que podemos resolver. Solo debemos hacer las cosas paso a paso:
- Asegúrate de cocinar el arroz en una olla que esté en buen estado. Muchas veces la gente ignora este pequeño detalle y los granos terminan pegándose a la parte inferior de la misma.
- La medida por excelente son dos tazas de agua, por una de arroz. Este detalle puede hacer la diferencia entre un arroz suave y uno pastoso. Esto aplica más que todo para el cereal en su presentación blanco.
- Una vez que hayamos seleccionado la cantidad de arroz blanco, procedemos a verterlo sobre la olla con un chorrito de aceite de oliva, y si gustas, puedes agregarle un diente de ajo. Removemos bien hasta que todos los granos estén empapados de aceite. Luego, agregamos las tazas de agua correspondientes.
- Es importante estar atentos al momento en que el agua comienza a hervir. Fíjate cuando llegue a ese punto y luego continúa cocinando a fuego lento por unos 20 minutos. Tiene que estar cubierto, de no hacerlo, el agua se evapora y el arroz pude pegarse.
Por cierto, si quieres aprender a preparar el arroz blanco al horno, en mi canal de YouTube te comparto la receta.
Siguiendo mis sencillas sugerencias, el arroz y la pasta quedarán en su punto. ¡Cuéntame cómo te fue!