Seguro escuchas espinacas y te recuerda a Popeye ¡es inevitable! Y probablemente por él también sabes lo deliciosas y nutritivas que pueden ser.
Quizá a muchos no les guste su sabor, porque probablemente no saben prepararlas. Pero hay 5 razones por las que deberías comer espinacas más seguido. Y aquí te las explico:
Ahora bien, para que tus platillos con espinaca sepan bien, deben estar en condiciones óptimas. Pero a veces mantener su frescura hasta el momento de cocinar tus platillos no es tan sencillo. Por eso quiero enseñarte cómo conservar sus hojas siempre verdes. ¡Toma nota!
Todo empieza en el súper
Por supuesto que si quieres tener unas espinacas frescas, debes comprarlas frescas. Por lo que hay ciertas cosas que debes tomar en cuenta al momento de elegirlas.
-Fíjate que la hoja se vea verde y muy firme. Que cuando la toques te de la sensación de que es crocante.
-Revisa el tallo. Si quieres hacer una ensalada, es preferible que elijas las de tallo más flexible. Mientras que sí vas a cocinarlas, puedes inclinarte hacia un tallo más grueso y fibroso.
¿Cómo las conservamos verdes?
Si quieres que tus espinacas te duren, lo ideal es quitarles toda la humedad, bien sea delicadamente con un paño o con papel absorbente.
Es preferible guardarlas en la nevera, dentro de un envase plástico o bolsa plástica, siempre a una temperatura fría, pero no congelada. Esto, si quieres que se conserven de 3 a 7 días.
Y si quieres que te duren por más de 10 días, lo que debes hacer es congelarlas. Primero hiérvelas, luego las envuelves dentro de una bolsa de plástico y la llevas al congelador. Simplemente si quieres comerlas, las descongelas ¡y listo!
Un mito que quizá envuelve a las espinacas es que es aburrido comerlas, pero no es así. Su sabor es tan delicioso que se puede incluir en recetas como esta lasagna o refrescar tu paladar con esta ensalada.
¿A ti cómo te gusta comerla?
