¿Alguna vez has intentado hacer pan? Quizás no, porque sientes que es una tarea súper difícil… ¡Para nada! En este post te guío a través de varios tips para que aprendas a hacer pan fermentado como todo un panadero francés.
¡Te invito a seguir leyendo!
A este tipo de pan, que fue uno de los primeros fabricados de manera artesanal por el hombre, hace taaantos años ya, que no se había ni siquiera hablado sobre la levadura que conocemos hoy en día, también se le llama pan de masa madre.
La masa madre es un tipo de fermento en el que, usando sólo agua y harina, se activan las levaduras y bacterias propias de la harina de trigo para lograr que la masa se fermente de manera espontánea. Es taan sencilla como su conservación.
¿Lo mejor? ¡No tienes que ser un experto para prepararla!
Sólo son tres los ingredientes indispensables para que puedas hacer un delicioso y tradicional pan fermentado: harina, agua y sal.
Mira estas deliciosas opciones de pan con masa fermentada:
El proceso para preparar un pan de masa fermentada puede llevar hasta 5 días. Pero… No te asustes, que el tiempo que tienes que invertir en la cocina mientras transcurren los días es mínimo.
Día 1: La mezcla
El primer día inicia la magia. En un recipiente que esté bien limpio y que tenga tapa de cierre hermético vas a vaciar cantidades iguales de harina y agua.
Es importante que estés seguro de que la harina (de trigo, de sémola, de avena…) sea integral, porque en ella viven los microorganismos necesarios para lograr un pan fermentado perfecto.
Cierra bien el envase que seleccionaste y colócalo en un lugar oscuro y cálido de tu cocina. A la levadura le encantan un par de cosas para crecer: calor, oscuridad, agua, almidón y azúcar.
Te recomiendo que, para que se mantenga oscuro el envase, lo tapes con un paño de cocina que sea grueso.
Día 2: Alimenta la mezcla
Luego de pasadas 24 horas, parte la mezcla en dos porciones. A esas porciones le agregarás nuevamente cantidades iguales de harina y agua. Lo removerás hasta integrar todos los ingredientes y dejarás reposar.
Día 3: Tu masa a está casi lista
En comparación con el día dos, notarás que ya presenta muchas más burbujas en la superficie y que tiene un olor agrio, más no desagradable. Es el momento de volver a añadir partes iguales de agua y harina, revolver bien y resguardar.
Día 4: Remueve líquidos.
Al llegar a esta etapa, la mezcla tendrá una diferencial del resto de los días: te conseguirás con un líquido de color marrón en la superficie, pero no hay nada que temer, es simplemente agua con azúcares generados por la mezcla. Retíralo con una cucharilla y agrega harina en la cantidad que venías haciéndolo durante todo este tiempo. Esta vez omite el agua y deja reposar por 24 horas más.
Día 5: ¡A hornear!
Esponjosidad, cremosidad, olor ágrio, y aspecto burbujeante. ¡Tu masa a está lista para ser horneada!
¿Prepararás un delicioso pan?
O eres más de los que van por una pizza hecha en casa.
Y ahora… ¿Prepararás pan en casa?