Guatemala: mis dos razones para volver

Ir a los campos cafeteros de Antigua en Guatemala, estaba en mi lista de lugares por conocer. Así que decidí viajar el último fin de semana de noviembre para cumplir con uno de mis propósitos de este año 2018.

Fueron tres días brutales donde aprendí palabras en varios idiomas y compartí con personas de diferentes culturas que también coincidieron en esta aventura cafetera.



Además, tuve la oportunidad de recorrer varios rincones de esta ciudad que guarda una increíble historia y sus habitantes son personas súper amables.

Visita cafeinada

Tuve la oportunidad de visitar la finca La Esperanza junto a unos panas que venían de Corea, Etiopía y Houston. Este es un lugar único donde pude vivir de cerca todo el proceso del café Villa Sarchi.

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Sus granos pasan por unas 30 manos y 9 procesos para llegar a la gran variedad que ofrece esta marca. El aroma del lugar es exquisito y lo acompaña unos paisajes increíbles que resumen lo que podemos sentir al tomar una buena taza de café.

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Uno de los momentos que más recuerdo es el proceso de secado, donde se perciben sutiles notas de manteca de cacao.

Un lugar para recordar

Otro de los momentos que me encantó de este viaje fue la visita que hice al mercado de la terminal. Compartir con la gente fue mágico, pues pude conversar por un rato con los artesanos, quienes me contaron muchas cosas interesantes sobre su cultura.



La sonrisa infinita de la gente que ahí trabaja, la buena voluntad y la humildad que los caracteriza me hicieron sentir como en casa.

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Entender sus costumbres, técnicas de cocina y rituales terminó de darle ese toque especial a este viaje.

Sin duda disfruté mucho esta aventura que fue enriquecedora, fascinante y cafeinada.

¡Espero regresar muy pronto, Gracias Guatemala!