Las salsas son preparaciones perfectas para condimentar muchísimas recetas. Pero a veces, no logramos la consistencia deseada.
Este error se puede corregir con ingredientes que darán el espesor adecuado.
Harina
Uno de los ingredientes más comunes para espesar una salsa que no ha quedado con la consistencia que debería tener, es la harina. Este producto básico puede ayudarnos a conseguir el espesor sin necesidad de alterar el sabor de la salsa.
Eso sí, debemos añadir la cantidad de harina indicada y sin que se formen grumos. ¿Cómo? Incorporando con un vaso con un poco de agua, una cucharada sopera de harina, mezclarlo muy bien y listo.
Cuando esté a tu gusto, se agrega en la salsa mientras cocinamos a fuego lento.
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Fécula o almidón de maíz
A diferencia de la harina normal, la maicena (como se le conoce en algunos países) actúa como un espesante instantáneo, que no hace falta llevar a un proceso de disolución.
Generalmente, se prepara un poco de la fécula con agua y luego se agrega a la salsa sin parar de revolver.
Pan rallado
Este ingrediente tiene la capacidad de absorber muy rápido el líquido de cualquier salsa, por lo que es de bastante utilidad.
Colocamos la preparación en el fuego y vamos agregando poco a poco el pan rallado sin dejar de remover. Esperamos que hierva algo más de tiempo y el resultado será como una sopa espesa.
Patata
Si preparamos una buena crema de vegetales, pero nos queda un poco líquido… tranquilos, con la patata podemos espesar este tipo de preparaciones.
Las hervimos aparte y luego las agregamos a las verduras. Después licuamos y listo.
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¿Y para las salsas dulces? Tenemos la gelatina vegetal… Para todo hay una solución.
