Estos días en los que estuve ausente, fueron días complicados para mí. Por eso, quiero agradecerles nuevamente sus mensajes de apoyo y aliento, porque me impulsaron a tomar este tiempo para reinventarme.
Esta pausa me permitió buscar cómo podía ocupar mi mente en aprendizaje y cosas que no estaba acostumbrado a hacer. Porque para nadie es un secreto que el corre corre del día muchas veces nos envuelve.
Comencé por acercarme mucho más a mis seres queridos: mi madre, mi padre, mi hermano, mis sobrinos y mi prometida. Nos juntamos verdaderamente como hace tiempo no lo hacíamos. Como en aquellos momentos de mi niñez donde los fines de semana eran días de pasarlos en familia. Compartimos, cocinamos al fuego (como ustedes saben que me encanta) mientras conversábamos y recordábamos esos tiempos.
Más que nunca fui un explorador
Aunque no lo crean, aproveché para estudiar un montón sobre culturas, raíces, tendencias y aspectos de la gastronomía de otros países que no conocía. Cociné mucho y descubrí cosas muy interesantes.
Quise además desarrollar conocimientos en áreas que luego pudiera compartir con ustedes y con aquellos, que al igual que yo, quieren conocer más sobre el mundo de la gastronomía, seguir explorando y aprendiendo a comer mejor cada día.
Hice también muuuchas pruebas y algunos desastres. Mis mejores amigos tuvieron la “ardua labor” (y digo ardua porque se cansaron de comer) de ser los jueces de estos platillos experimentales.
Entre tanto comer y cocinar también me propuse ir al gym un par de días, pero quedé tan adolorido que ¡fueron dos días nada más!
La verdad es que fueron días muy productivos, que me hicieron reencontrarme con mis inicios. Y pronto compartiré lo aprendido con todos ustedes.
¿Se me unen a todo lo que les traeré mis exploradores de comida?
