«Ningún niño debe morir en el amanecer de su vida»
Al comenzar mi recorrido en St. Jude, me topé con esta frase del fundador de la institución, Danny Thomas. Estas palabras han permanecido en los corazones de todos los empleados que han ayudado a miles de niños a sobrellevar el cáncer y ahora permanecerá en el mio.
Este hermoso hospital nació en el corazón de un hombre que , tras haber pagado una promesa a San Judas Tadeo, decidió fundar en 1962, un centro que se convertiría en la esperanza de vida de muchísimos niños y de sus familias.
Pared con significado
Al seguir adentrándome por todas las instalaciones de la mano del equipo St. Jude, pude sentir la energía de todas las personas que hacen vida en él, lo que fue muy conmovedor para mí.
Me llamó mucho la atención una pared en especial. Paola Cassana, especialista en mercadeo y desarrollo de St. Jude me comentaba que es la pared original del hospital de cuando se inauguró en 1962 y recoge los nombres de las personas que se unieron al sueño de Danny Thomas en ese entonces… Personas como Frank Sinatra, Elvis Presley y muchos otros donantes al rededor de Estados Unidos.
Todos ellos creyeron en este sueño que ahora es un centro de investigaciones que ha invertido más de medio siglo buscando curas y salvando a niños con cáncer y otras enfermedades terminales.
Myriam Loa Luján del Kay Kafe dentro del St. Jude Children’s Research Hospital, trabaja a diario para que los angelitos de este hospital tengan a la mano la alimentación adecuada para sus tratamientos.
Entre muchas anécdotas, una llamó mi atención y quiero compartirla contigo: «en una ocasión me tocó hacer un pastel de tres leches con ayuda de un maravilloso equipo para una niña que quería comerlo, y desafortunadamente al día siguiente de habérselo preparado y entregado, me notificaron la lamentable noticia de que había fallecido».
La partida de un niño es demasiado difícil, y es por eso que debemos unirnos para apoyar al grupo de médicos que siguen luchando para encontrar la cura a esta trágica enfermedad.
Gracias a las donaciones, que poco a poco han servido de gran ayuda para que muchos niños tengan una vida plena, pude compartir momentos grandiosos con estos pequeños guerreros que ahora sonríen nuevamente.
Historias como la de Camila, son un gran ejemplo de lucha. Esta pequeña princesa ahora está curada. Luego de 2 trasplantes de médula ósea, ella y sus padres han vuelto a ser la familia que siempre soñaron.
Un momento inolvidable, así puedo describirte mi experiencia en St. jude Children’s Research Hospital. La energía de los niños era impresionante. Tan solo ver que las cosas que tomamos por importantes en ciertas partes de nuestras vidas, se vuelven insignificantes para estos niños, es simplemente increíble.
¡Gracias a todo el equipo que me ayudó a lograr esta maravillosa iniciativa! Más allá de una visita, esta experiencia espero que te sirva a ti, que estás leyendo en este momento, a tomar conciencia y juntos apoyar a más niños que necesitan de nosotros. Si deseas aportar tu granito de arena puedes hacerlo haciendo click aquí.